En Ohio, Estados Unidos, una trágica historia salió a la luz recientemente, cuando se reveló la muerte de una niña de cuatro años debido a la negligencia de su madre, quien la alimentó exclusivamente con biberones llenos de gaseosa y fórmula para bebés. El incidente ocurrió en enero de 2022.
Tamara Banks, de 41 años, fue condenada a 13 años de prisión tras admitir su culpabilidad en el homicidio involuntario de su hija, Karmity Hoeb. El padre de la niña, Christopher Hoeb, de 53 años, también recibió una sentencia por el mismo delito.
La menor fue llevada al hospital con problemas de salud relacionados con la diabetes. «Es uno de los casos más trágicos que he visto», comentó el fiscal adjunto del condado de Clermont, Clay Tharp, según informó el Daily Mail.
La madre había alimentado a Karmity con refrescos y gaseosas, privándola de una dieta saludable y atención médica adecuada. Esto llevó a la niña a sufrir la pérdida de sus dientes y, finalmente, a morir en el Centro Médico del Hospital Infantil. El Cincinnati Enquirer informó que días antes de su muerte, Karmity mostró un deterioro en su salud mientras estaba en casa con sus padres. Ambos contactaron con el 911 cuando la niña comenzó a tener dificultades para respirar.
En el hospital, Karmity falleció debido a una lesión cerebral provocada por la diabetes tipo uno, atribuida a la mezcla de gaseosa con fórmula para bebés que consumía, según el informe de la autopsia.
Los fiscales señalaron que no encontraron evidencia de que Karmity hubiera sido llevada alguna vez al dentista ni diagnosticada formalmente con diabetes. Lo más alarmante es que el hijo mayor de la pareja había estado en coma a los cuatro años por una diabetes no diagnosticada, lo que, según los fiscales, debería haberles servido de advertencia para cuidar mejor a su hija menor.
Finalmente, tras declararse culpables, Banks y Hoeb vieron retirados otros cargos en su contra. La sentencia está programada para el próximo 11 de junio.
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Redacción
